En este Correo:
*Declaración
del III Encuentro Andaluz de Solidaridad
con Cuba
*Argumentos
de Cuba,
Embajadora Isabel Allende
*Enlaces,
La situación de Cuba, Declaraciones
de Pérez Roque y Fidel
Castro
*Testimonios
sobre las actividades gusanas en Cuba
*Opinión, Seguimos con Cuba. Andalucía Libre
DOCUMENTO
Declaración
del III Encuentro Andaluz de Solidaridad con Cuba
Coordinadora
Andaluza de Solidaridad con Cuba
El III Encuentro Andaluz de Solidaridad con Cuba, que
se celebra en Sevilla los días 11 y 12 de abril, ante los dramáticos
acontecimientos ocurridos en estas últimas semanas en el mundo y en Cuba
acuerda manifestar lo siguiente:
PRIMERO:
Que el llamado Nuevo Orden Mundial no es sino la
denominación para una época caracterizada por la hegemonía de una nación,
los Estados Unidos, sobre el resto del mundo y de un capitalismo desregulado y
fanatizado que condena a las tres cuartas partes de la Humanidad al hambre y al
sufrimiento y a la propia destrucción del planeta y de sus recursos. Los
Estados Unidos, al frente de unos cuantos paises occidentales, han destapado sus
planes de recolonización y dominio imperialista a escala mundial y su voluntad
de hacerlo al margen de la legalidad internacional, de los organismos y
convenciones internacionales y de la soberanía de los pueblos y naciones.
SEGUNDO:
La conquista y el genocidio en Iraq por una
maquinaria militar sin precedentes en la historia y contra la voluntad de los
pueblos del mundo es el vivo y claro ejemplo del peligro que se cierne sobre la
Humanidad. Contra esta campaña militar, guerra de rapiña y terrorismo de
estado a gran escala, se ha movilizado un potente movimiento internacional que
también denuncia la globalización neoliberal, porque el mundo no es una
mercancía, y continuará para exigir que los asesinos, Bush, Blair, Aznar y sus
huestes paguen sus crímenes ante la justicia.
TERCERO: No sólo el pueblo de Iraq, también están en el
punto de mira de los Estados Unidos y de sus aliados, otros pueblos que luchan
por su dignidad y por su soberanía: el pueblo palestino, otros pueblos de la
nación árabe, como el sirio, el pueblo saharaui, y, naturalmente, Cuba. Bajo
el pretexto de la lucha contra el terrorismo, los poderosos de la tierra no sólo
financian y promueven el terrorismo en otras partes, sino que, además, lo
ejercen directamente. La tragedia que imponen al mundo y, particularmente, a
algunos pueblos les arrastra hasta la desesperación y hasta el uso, en
ocasiones, de una violencia extrema como último recurso que les queda.
CUARTO:
Cuba, en el ejercicio de su legalidad vigente, ha
aplicado la pena capital contra tres terroristas cubanos que en días pasados
secuestraron con extrema violencia y amenaza de muerte a los tripulantes y
viajeros una embarcación de transporte de pasajeros, con gravísimo peligro
para la vida de decenas de personas, convertidas en rehenes, que estuvieron a
punto de perecer.
La Coordinadora Andaluza de Solidaridad con Cuba
lamenta estas muertes y quiere reflexionar sobre el uso de estas medidas de
castigo y sobre su significación política, ideológica y moral. Sin embargo,
estas actuaciones extremas se inscriben en un contexto de defensa de Cuba frente
al permanente hostigamiento y agresión que practican los Estados Unidos. Cuba,
como el pueblo palestino o el iraquí, es víctima de la violencia criminal de
los poderosos de la Tierra: su recurso a la violencia para defenderse no es
equiparable en magnitud ni en calificación moral. Siempre se realiza en medio
de situaciones extremas y en medio de la desesperación, para defender que sus
casas sigan en pie, que sus niños puedan acudir a la escuela, que sus enfermos
puedan recibir asistencia médica, frente a agresiones de rapiña, de devastación
y de dominio. En un mundo angustiado por la violencia que ejercen los poderes
siniestros que lo gobiernan, la defensa de los pueblos se traduce, a veces, en
acciones radicales y dolorosas, como las de los guerrilleros palestinos, o las
referidas ejecuciones en Cuba. La estrategia desestabilizadora del Gobierno de
EE.UU, está dando lugar a una escalada de dramáticas situaciones que han
propiciado condenas de penas de muerte a 3 acusados por actos de terrorismo. No
estamos a favor de la pena de muerte. Solo en un contexto de "guerra de
baja intensidad" como a la que está sometida Cuba desde hace mas de 40 años,
se puede entender tan dramática decisión de la que hacemos responsable a los
EE.UU
QUINTO:
Los Estados Unidos mantienen durante décadas una
agresión global contra Cuba, en lo económico, en lo diplomático, en lo
militar, financian y promueven el terrorismo de la ultraderecha cubana de Miami
contra Cuba, alientan desde su Sección de Intereses en La Habana los secuestros
de aviones, los ataques a instalaciones turísticas, etc. Los responsables de
estos actos terroristas andan libres por Florida. Los EE.UU. presionan a
terceros países para que no tengan relaciones con Cuba y mantienen presos y
rehenes a cinco cubanos cuyo único delito era investigar las tramas terroristas
en el propio territorio norteamericano.
SEXTO:
El movimiento andaluz de solidaridad con Cuba sigue
reconociendo el desarrollo educativo, sanitario, cultural, deportivo, social de
esta pequeña nación de hombres y mujeres dignos y solidarios, a pesar de 43 años
de hostigamiento y agresiones de la mayor potencia económica y militar que ha
conocido la Humanidad, y sigue defendiendo su derecho a la soberanía y a vivir
en paz. Asimismo, seguiremos trabajando para estrechar los lazos que unen a
Andalucía con Cuba, para ayudarnos y tratarnos como pueblos hermanos y queridos
entre sí.
SÉPTIMO:
Denunciamos la política intervensionista y agresiva
de los Estados Unidos contra Cuba, y de otros gobiernos como el español que la
secundan, y que no buscan la democracia o la libertad para el pueblo cubano,
sino su rendición y su dominio. Exigimos la libertad de los cinco presos
cubanos en EE.UU., retenidos ilegalmente y sometidos a un régimen carcelario de
torturas. Pedimos al pueblo andaluz que se ponga del lado de los más débiles,
de los mayoritarios en todos los sentidos, de los pueblos.
CON CUBA, CONTRA LA GUERRA, OTRO MUNDO ES POSIBLE
Andalucía, 12 de abril de 2003
Patriotas
cubanos encarcelados en EEUU
Argumentos
de Cuba
Isabel
Allende, Embajadora
de Cuba en el Estado español
Intervención
inicial en Conferencia de Prensa del 15 de Abril de 2003
Estimados
señores:
Desde
hace varios días los acontecimientos internos en Cuba vienen ocupando gran
parte de la atención de los medios en España. Acaparan tanta atención que se
han convertido en un tema de la política interna española. Es evidente el
interés del pueblo español por Cuba, los enormes lazos de todo tipo que
unen a españoles y cubanos. Por tanto parecería lógico que cualquier cosa que
suceda alrededor de nuestro país despierte atención en España. Lo que no
parece lógico y provoca grandes dudas y sensibilidades en la gran mayoría
del pueblo cubano es la forma inusualmente desmedida, insultante, manipuladora y
parcializada con que se presentan en España los acontecimientos internos de
Cuba. Es ello lo que motiva esta convocatoria con el propósito de reiterar
algunos de los aspectos más importantes de la información brindada por el
Canciller Felipe Pérez Roque en conferencia ante la prensa extranjera
acreditada en Cuba.
Abordaré
por tanto aquellos relacionados particularmente con los juicios sumarios a 75
ciudadanos cubanos que trabajaban en contra de los intereses de la seguridad del
estado cubano y en connivencia con los Estados Unidos. Abordaré también
algunos elementos relacionados con la sentencia de pena de muerte a los tres
piratas secuestradores de la lancha Baraguá.
Creo
que todos ustedes conocen las circunstancias especiales en que vive nuestro país.
No les voy a cansar mucho con ellas, pero es bueno recordar que Cuba es el único
país del mundo que vive hace más de cuarenta años la anormal situación de
ser un país sometido a un férreo bloqueo, que le ha ocasionado pérdidas
materiales por alrededor de 70 mil millones de dólares; que ha sufrido entre
1959 y 2001, 697 actos terroristas, en los que han perdido la vida
3.478 personas y 2.099 han sufrido afectaciones a su integridad física. Si
desean comprobar estos datos, pueden buscarlos en el Informe presentado
ante el Comité correspondiente de Naciones Unidas, bajo el título de
“Informe de Cuba de conformidad con el párrafo dispositivo 6, de la Resolución
1373 (2001) del Consejo de Seguridad”.
El
22 de abril conmemoraremos el asesinato de una mujer que trabajó aquí en esta
Embajada y murió, junto a otro compañero, víctima de un atentado con bomba a
nuestra Embajada en Portugal. No estamos hablando por tanto simplemente de
cifras, de muchas de esas víctimas conocemos muy bien sus rostros. El 11 de
septiembre de 1983 moría en un atentado en Nueva York un diplomático
cubano en Naciones Unidas. 10 años después del golpe de estado en Chile y 18 años
antes del cruel atentado terrorista a las Torres Gemelas en esa propia ciudad.
Podemos citar también más de 600 planes de atentados y asesinatos contra el
Jefe del Estado cubano. Podemos recordarles que cuando todos estos intentos no
hicieron mella en la unidad del pueblo cubano y en sus propósitos de construir
una sociedad distinta, donde imperara la igualdad y la justicia social, los
enemigos del régimen social existente en Cuba, de la Revolución Cubana y por
ende de la independencia y del socialismo en nuestro país, vieron los cielos
abiertos con la caída del campo socialista europeo y del Muro de Berlín.
La
decisión fue reforzar el muro de bloqueo a Cuba, con medidas muy concretas y
efectivas. Comenzaron con la enmienda Torricelli en 1992; fortalecieron la ayuda
a las organizaciones terroristas cubanas asentadas en Estados Unidos,
principalmente a la Fundación Nacional Cubano Americana, extendieron sus
tentáculos a Europa, sobre todo a aquellos lugares que habían servido de
refugio a los que abandonaron Cuba por su identificación con la sangrienta
dictadura de Batista o por sus vinculaciones con los elementos terroristas que
en aquellos primeros años, con armas y dinero de Estados Unidos, organizaron
bandas armadas y sabotajes de toda índole. Al calor de la euforia que
significó lo que muchos consideraron el fin de la historia, el derrumbe de los
países socialistas de Europa del Este, era necesario acabar con el socialismo
en el hemisferio occidental. Una verdadera cruzada comenzó entonces, apareció
en España la filial de los terroristas de Miami: la Fundación Hispano Cubana;
aparecieron otras organizaciones, cuyo único fin no es otro que el derrocar el
régimen cubano. No tengo temor a usar la palabra que peyorativamente usan
otros, en Cuba hay un régimen socialista que los cubanos han demostrado decisión
de defender, no sólo en lo que constituyó en la práctica un gran referendo
hace unos meses, sino con el sacrificio que ha comportado las dificultades económicas,
consecuencia de la pérdida de nuestros mercados y del reforzamiento del
bloqueo.
A la ley Torricelli siguió la Ley Helms Burton. Se habla mucho de los capítulos III y IV de esta ley que merecieron `primero el rechazo y luego el llamado “entendimiento” de Europa. Poco se comenta y se conoce que esa ley tiene otros dos capítulos, el primero y el segundo, dignísimos continuadores de la enmienda Platt abolida en los años 30, por lo que significan de injerencia en los asuntos internos cubanos, incitación a la subversión y preparación de las condiciones para propiciar el derrocamiento del régimen socialista que los cubanos queremos tener, al amparo del derecho internacional, en la Carta de Naciones Unidas y en la de la OEA, organización de la que no somos miembros (aunque parece que tampoco se conoce que una de las primeras medidas que tomaron los yanquis con la connivencia de los gobiernos latinoamericanos de entonces fue suspender la membresía de Cuba en esta organización). La ley Helms Burton es la sombrilla que ampara al gobierno de los Estados Unidos para organizar, financiar, proteger, aupar, unificar, organizar a grupos, bandas, individuos, mercenarios que sirvan a los intereses de los Estados Unidos de atentar contra la estabilidad y la seguridad del estado cubano, a distribuir y propagar informaciones falsas, a desestimular la inversión extranjera en Cuba, a impedir el desarrollo económico de nuestro país, en fin a facilitar la aplicación de la política de estrangulamiento económico que significa el bloqueo, para acabar con un país independiente a 90 millas de los Estados Unidos.
La
ley la pueden encontrar fácilmente. Les pido que la consulten. Muchos abogados
españoles la conocen con el objetivo de proteger los intereses de España que
pudieran verse afectados. Vean la Sección 109: “Autorización del apoyo a los
grupos democráticos y de derechos humanos” y la 115 “Repercusión de esta
ley sobre las actividades lícitas del gobierno de los Estados Unidos”. Esta
ley no inhibe el apoyo que se da por otras vías y por eso la propia ley dice
que “nada de lo dicho aquí.....prohibe ninguna de las actividades de
investigación, protección o inteligencia jurídicamente autorizadas de un
organismo encargado de hacer cumplir la ley o de un organismo de inteligencia de
los Estados Unidos”.... Así, podemos decir que los Estados Unidos han
dedicado buena cantidad del dinero de sus contribuyentes al financiamiento de
las actividades de todo tipo contra Cuba, desde la propaganda de Radio y TV Martí,
hasta las bombas que han matado a cubanos y no cubanos. Recordemos a Fabio
Di Celmo, el joven turista italiano asesinado por los terroristas en un Hotel de
La Habana el 4 de septiembre de 1997.
Son
cifras verdaderamente millonarias las dedicadas a esto. Sólo una para citar un
ejemplo: el cubano Adolfo Franco, administrador para atender América Latina y
el Caribe en la Agencia de Ayuda al Exterior de Estados Unidos (USAID) declaró
el 27 de febrero de 2003 ante un subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara
de Representantes, que esta agencia había invertido 22 millones de dólares
para poner en práctica la Ley Helms Burton en Cuba. Esta propia agencia ha
declarado que esto es sólo una mínima parte de lo que se dedica a la subversión
en Cuba. Esto es sólo un pálido retrato de todo lo que se hace contra Cuba,
fomentado por la Sección de Intereses de los Estados Unidos. A trabajar bajo
las órdenes de esta Sección se dedicaban los llamados “disidentes,
poetas, intelectuales, periodistas” que según lo que aquí se dice
fueron procesados y sentenciados por el delito de disentir. Nada más falso. La
denominación de disidentes, acuñada con la misma intención manipuladora que
la de los daños colaterales de la guerra de Irak, es la que se utiliza para
encubrir a estos ciudadanos que violaron las leyes, que cometieron delitos
contra la seguridad del Estado, que trabajaban para una potencia extranjera. Eso
que parece muy duro y radical para algunos, que se asustan cuando se
usan los términos que en nuestro rico idioma son los apropiados para la
colaboración con el enemigo: traición.
Todos
estos ciudadanos se procesaron con respeto al debido proceso y garantías en
virtud de la legislación cubana y de principios generalmente reconocidos y
aprobados en el mundo. 1) Todos conocieron los cargos impuestos y tuvieron
oportunidad de alegar sobre ellos ante de la celebración del juicio. 2) Todos
ejercieron el derecho de contar con una representación letrada. Ejercieron 54
abogados. 44 de ellos ( el 80%) designados por los acusados, 10 de oficio.
3) Todos ejercieron su derecho de ser escuchados en el juicio por tribunales
constituidos. No se creó ningún tribunal especial ad hoc para juzgarlos. 4)
Todos pudieron ejercer sus derechos en vista oral y pública. La ley cubana no
permite la celebración de un juicio, como en otros países (entre ellos Estados
Unidos), sin vista oral. No hubo juicios secretos. Participaron en cada uno un
promedio de 100 personas. No se autorizó la presencia de diplomáticos
porque eso no es parte de sus funciones y privilegios. 5) Los acusados y sus
defensores ejercieron el derecho de aportar pruebas a su favor. 6) Todos los
abogados defensores tuvieron acceso previo al expediente de la acusación. 7)
Todos tienen derecho a recurrir a un tribunal superior. 8) Se ha respetado
escrupulosamente la seguridad e integridad física y moral de cada uno de los
acusados en todas las etapas del proceso.
Los
procesos penales se instruyeron con carácter sumario en virtud de la Ley del
Procedimiento Penal No. 5 de 1977 lo que significa que el Presidente del
Tribunal Supremo tiene potestad para acortar los plazos pero en ningún caso
limitar las garantías. Los cargos y sentencias responden a la aplicación del
artículo 91 del Código Penal cubano, Ley 62 de 1987, que dice “Actos contra
la independencia o la integridad territorial del Estado. El que en interés de
un Estado extranjero ejecute un hecho con el objetivo de que sufra detrimento la
independencia del estado cubano, o la integridad de su territorio incurre en
sanción de privación de libertad de 10 años a 20 o muerte”. Se
aplicaron los artículos 5.1, 6.1 y 7 de la Ley No. 88 de Protección de la
Independencia Nacional y la Economía de Cuba, adoptada cuando se proclamó la
Ley Helms Burton. Supongo que, como bien informados, ustedes conocen que
Cuba no fue el único país que adoptó leyes para protegerse de la Ley Helms
Burton. Lo hizo Canadá, lo hizo México. Nosotros por supuesto teníamos
que adoptar una ley que nos protegiera de todos los capítulos, y muy
particularmente el uno y el dos.
A
pesar de que todo esto ha sido informado a la prensa extranjera en Cuba, los que
no hayan tenido acceso a la conferencia ofrecida por el ministro Pérez Roque lo
único que han podido conocer por diferentes manifestaciones de todo tipo es que
se trata de personas procesadas y sentenciadas por el simple hecho de opinar,
que todos son intelectuales, que ha habido una verdadera persecución de lo más
selecto de la intelectualidad cubana, que son periodistas que pretenden dar otra
visión de nuestro país que no sea la de la prensa oficial. De 37
procesados considerados periodistas, sólo 4 habían ejercido el periodismo en
algún momento de su vida y sólo 14 son graduados universitarios, incluidos
esos cuatro. A ninguno se les ha procesado por sus poemas o su obra intelectual.
Todos se procesan por el delito de colaborar con la aplicación de la Ley Helms
Burton, que se conoce en nuestro país como la ley de la esclavitud.
Otro
acontecimiento que ocupa la atención de los españoles en estos momentos es la
sanción y ejecución de la pena de muerte de tres ciudadanos que cometieron los
delitos de piratería y secuestro de la lancha Baraguá. ¿Saben ustedes que es
la lancha Baraguá? Es una nave pequeña, de transporte público, que se usa
para el traslado de un lado de la bahía a otro. Había cincuenta personas entre
ellas 8 niños y cuatro turistas extranjeras en esa lancha que fueron tomadas de
rehenes. ¿Es o no un acto terrorista el secuestro de naves? ¿Es o no un acto
terrorista la toma de rehenes? No pretendo que se atengan únicamente a las
leyes cubanas. Les pido que revisen los instrumentos, pactos y acuerdos de
Naciones Unidas sobre terrorismo, suscritos por Cuba el pasado año y en virtud
de los cuales se han incorporado a nuestras leyes algunas figuras delictivas,
previamente no contempladas como es el de la toma de rehenes. Sin embargo, en
España parecería que las personas sancionadas por estos delitos no han
cometido más que el de la disensión. Hay algunos medios que dicen que se han
fusilado a “tres disidentes”, otros comentan que “se trata de personas que
querían salir del país en busca de la libertad”, que es lo que quieren
el 80% de los jóvenes cubanos que sólo han conocido la férrea dictadura
cubana (y añado yo que quien ha dicho esto desconoce que esos jóvenes, por el
solo hecho de haber nacido en la Cuba que quiere ser independiente de los
Estados Unidos, están castigados a vivir bloqueados).
Se
obvia que Cuba ha sido víctima de 54 actos de piratería de aeronaves; que
existe una Ley de Ajuste cubano que fomenta la emigración ilegal hacia los
Estados Unidos; que los Estados Unidos no cumplen sus compromisos migratorios
con el otorgamiento de visas; que los Estados Unidos han sido y son cómplices
de todo esto. Comprendemos las sensibilidades de todos los ciudadanos que en
Europa han tenido la posibilidad de abolir la pena de muerte. Nuestra filosofía
puede compartir esas sensibilidades pero debido a las condiciones de particular asedio
a nuestro país nos hemos visto en la necesidad de aceptarla con carácter
excepcional, cuando la gravedad de los hechos, su repercusión y los daños que
origina o pueda originar, deben recibir una condena explícita y ejemplarizante.
Entre estos actos está el asesinato, los crímenes sexuales a menores, el
terrorismo y otros que lastiman la sensibilidad de la opinión pública.
Porque nuestra opinión pública, que es la de un país civilizado, pero
acosado, tiene sus propias sensibilidades. Ningún país es igual a otro,
cada país tiene sus propias características y condicionamientos que no siempre
tienen que ser compartidas, pero que deben y tienen que ser respetadas.
Parecería
que Cuba es el único país del mundo que aplica la pena de muerte. Yo me
pregunto ¿cuántas ejecuciones sumarias se producen en otros países, sin que
la prensa se entere?. En este caso fuimos nosotros los que dimos a conocer
esta información, con estricto apego a la verdad. Habría que preguntarse también
en cuántos lugares de este mundo, donde la pena de muerte está formalmente
abolida, se ejecutan individuos sin ni siquiera la oportunidad de un juicio.
Este tema podría trascender lo legal, pero ateniéndonos a la legalidad tengo
que decir que la aplicación de la pena de muerte en Cuba cubre las siete
salvaguardas que contempla la ONU, que en el caso de la legislación cubana la
toma de rehenes fue incorporada a partir de nuestra adhesión a los 12 convenios
contra el terrorismo aprobados por la Asamblea de la ONU y que la caracterización
del terrorismo y de la comisión de actos terroristas se corresponde
absolutamente con lo acordado por Naciones Unidas.
Se
nos acusa de ser un país incivilizado, de tener una terrible dictadura, feroz,
alguna gente dice que se siente horrorizada por lo que ocurre en nuestro país,
otros dicen que aprovechamos la guerra de Irak, para pasar inadvertidos; que
queremos canjear a los cinco héroes prisioneros en los Estados Unidos, por los colaboracionistas
mercenarios procesados. Algunos piden sanciones y consciente o
inconscientemente, a pesar de decir que son muy críticos de los Estados Unidos,
se suman a la Ley Helms Burton cuando piden que no haya ni inversión ni
cooperación en Cuba; cuando reclaman que se nos castigue, que se tomen medidas
bilaterales, en la UE y multilaterales. No puedo menos que asombrarme de que en
el año 2003 todavía se manipulen los sentimientos y convicciones de la gente
de una manera tan burda, con una campaña tan pérfida. Los que conocen un poco
nuestro país, saben muy bien que Cuba nunca ha enmascarado sus verdaderas
posiciones para alcanzar aceptación o supuestos beneficios. Esa componenda
se nos ha ofrecido en varias oportunidades por algunos ilustres políticos españoles
en su momento y no la hemos aceptado. Cuando el gobierno cubano ha
dicho que se compromete a algo no es por componenda o politiquería barata, sino
porque está convencido que actúa en virtud de los más legítimos intereses de
nuestro país y de nuestro pueblo.
No
hemos sido nosotros los que hemos mezclado la guerra con nuestros asuntos
internos. Si se quiere ver esto con objetividad, recordarán ustedes que los
primeros que utilizaron la guerra fueron los terroristas de Miami que
salieron a la calle con letreros de Irak
ahora, Cuba después. Eso es mundialmente conocido. No hemos sido
nosotros los que para desviar la atención de temas muy complejos y difíciles,
hemos introducido en el debate interno de España los acontecimientos en Cuba,
los que hemos incitado, exigido pronunciamientos de condena, los que han dado
como razón para no hacer la guerra a Irak el hecho de que no se haya hecho la
guerra a Cuba. ¿Cómo se puede ser tan ingenuo? ¿Cómo se puede usar como
argumento para combatir una guerra que no se haya hecho otra? ¿Cómo se puede
manipular la vida y el destino de un pueblo tan ligado a España como el cubano
de esa manera?. Por supuesto que eso no puede menos que indignarnos. ¿Cómo en
medio de la contienda electoral y en búsqueda de ganar votos de una u otra
parte, se usa el tema de Cuba para acusaciones mutuas de los contendientes? ¿
Por qué se hace esto por quienes dicen que quieren para Cuba lo que tiene España?.
¿Quién
en este mundo tiene derecho a determinar lo que es bueno o no para un país
soberano? Lo hicieron los Estados Unidos en Cuba con la Enmienda Platt,
luego de haber expulsado a los españoles y desarmado al ejército libertador
que sí había ganado con su sangre y su honor la independencia. Lo
hicieron para convertirnos en protectorado primero y en una neocolonia después.
Nos independizamos verdaderamente en 1959 y nos bloquearon y
elaboraron la Ley Helms Burton. Nos amenazan con el favor o no de
intervenir, de ponernos o no en la lista del eje del mal, porque formamos parte
de los oscuros rincones de este mundo, que no tienen el privilegio de estar en
el mundo de los ricos, de los desarrollados, de los que forman la minoría de
este mundo que ha vivido durante siglos a costa de la mayoría.
Nosotros
no vamos a canjear a nuestros Héroes. Los vamos a defender por todos los medios
porque son inocentes. Vamos a seguir su ejemplo. No se doblegaron ante la
propuesta de un juicio pactado. No se prestaron a reconocer un delito que no habían
cometido. Nosotros vamos a afrontar las consecuencias de nuestros actos, como lo
hemos hecho siempre. Vamos a defender nuestro derecho soberano, refrendado en la
carta de Naciones Unidas y otros instrumentos internacionales. No vamos a
permitir, que bajo la supuesta defensa de los derechos humanos y del derecho de
opinión o asociación se nos conculque lo esencial. En Cuba se libró hace más
de cien años la batalla entre el anexionismo y el independentismo. Triunfó la
última corriente. Esa es la que prima en nuestros sentimientos. Vamos a
defender la independencia, porque nos asiste un derecho legal y moral. También
tenemos el deber de proteger al pueblo cubano frente a la agresión abierta o
solapada, tenemos el deber de cumplir el legado que nos dejó Martí, mucho más
cuando conmemoramos el sesquicentenario de su natalicio. Martí, hijo de españoles,
que luchó por nuestra independencia pero no contra España, Martí que minutos
antes de morir dijo que lo hacía para impedir, con la independencia de Cuba que
los Estados Unidos, cayeran con esa fuerza más sobre América.
Creo
que los españoles que dejaron su sangre en Cuba, los que descienden de
aquellos, o los que tienen lazos de parentesco con los que volvieron a aquel
terruño, pueden entender que si algunos amigos de Estados Unidos u otros que no
lo son, consciente o inconscientemente, pueden prestarse a favorecer sus
intereses hegemónicos con Cuba, nosotros los cubanos, estamos dispuestos a
impedirlo. Es un derecho y un sagrado deber.
Muchas gracias, estoy a su disposición.
Madrid,
15 de abril de 2003
Ley
No.88, "Ley de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de
Cuba", aprobada en febrero de 1999
Artículo
4.1: El que suministre, directamente o mediante tercero,
al Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias,
representantes o funcionarios, información para facilitar los objetivos de la
Ley "Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra nuestro
pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y
liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba, incurre en sanción de
privación de libertad de siete a quince años.
Artículo
6.
1: El que acumule, reproduzca o difunda, material de
carácter subversivo del Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias,
dependencias, representantes, funcionarios o de cualquier entidad extranjera,
para apoyar los objetivos de la Ley "Helms-Burton", el bloqueo y la
guerra económica contra nuestro pueblo, encaminados a quebrantar el orden
interno, desestabilizar el país y liquidar al Estado Socialista y la
independencia de Cuba, incurre en sanción de privación de libertad de tres a
ocho años o multa de tres mil a cinco mil cuotas o ambas.
2. En la misma sanción incurre el que con iguales
propósitos introduzca en el país los materiales a que se refiere el apartado
anterior.
3. La sanción es de privación de libertad de
cuatro a diez años cuando concurra en los hechos a que se refieren los
apartados anteriores, alguna de las circunstancias siguientes: si los hechos se
cometen con el concurso de dos o más personas; si los hechos se realizan con ánimo
de lucro o mediante dádiva, remuneración, recompensa o promesa de cualquier
ventaja o beneficio.
4. La sanción es de privación de libertad de siete
a quince años si el material, por la índole de su contenido, produce graves
perjuicios a la economía nacional.
Artículo
7.1: El que, con el propósito de lograr los objetivos de
la Ley "Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra
nuestro pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país
y liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba, colabore por
cualquier vía con emisoras de radio o televisión, periódicos, revistas u
otros medios de difusión extranjeros, incurre en sanción de privación de
libertad de dos a cinco años o multa de mil a tres mil cuotas o ambas.
Artículo
9.1: El que, para favorecer los objetivos de la Ley
"Helms-Burton", el bloqueo y la guerra económica contra nuestro
pueblo, encaminados a quebrantar el orden interno, desestabilizar el país y
liquidar al Estado Socialista y la independencia de Cuba, realice cualquier acto
dirigido a impedir o perjudicar las relaciones económicas del Estado cubano, o
de entidades industriales, comerciales, financieras o de otra naturaleza,
nacionales o extranjeras, tanto estatales como privadas, incurre en sanción de
privación de libertad de siete a quince años o multa de tres mil a cinco mil
cuotas o ambas.
Artículo
11: El que, para la realización de los hechos previstos
en esta Ley, directamente o mediante tercero, reciba, distribuya o participe en
la distribución de medios financieros, materiales o de otra índole,
procedentes del Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias,
dependencias, representantes, funcionarios o de entidades privadas, incurre en
sanción de privación de libertad de tres a ocho años o multa de mil a tres
mil cuotas o ambas.
Artículo 91 del Código Penal vigente (Ley No. 62), "El
que, en interés de un Estado extranjero, ejecute un hecho con el objeto de que
sufra detrimento la independencia del Estado cubano o la integridad de su
territorio, incurre en sanción de privación de libertad de diez a veinte años
o muerte." En 1999 la Asamblea Nacional del Poder Popular, aprobó también
la Ley 87, donde se introdujo la condena de Cadena Perpetua como alternativa a
la de muerte.
Conferencia
de prensa del canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque
Declaraciones
de Fidel Castro tras el secuestro del avión DC-3, 22 de Marzo
Testimonios
sobre las actividades gusanas:
Actividades
contra el Sistema Nacional de Salud de Cuba
Tareas
de Desinformación e Intoxicación en el interior de Cuba
Periodismo
al servicio de EEUU
Presidente George W. Bush
Cuban
American National Foundation
Bienvenidos a la Casa Blanca para celebrar el
centenario de la Independencia de Cuba. Hoy rendimos homenaje a los
vínculos de amistad, familia y fe que unen al pueblo cubano y al pueblo
de Estados Unidos.
Rendimos homenaje a las contribuciones que los
cubanoamericanos han hecho en todos los aspectos de nuestra vida nacional. Y hoy
estoy formulando una propuesta y un reto que pueden poner a Cuba en el camino de
la libertad.
Agradezco que nuestro Secretario de Estado esté aquí
presente. El y yo tomamos este asunto muy en serio. El ama la libertad tanto
como yo la amo. Quiero agradecer a Mel Martínez, un Pedro Pan, por estar acá;
Sr. Secretario, usted está realizando una gran labor. Bienvenido.
Agradezco la presencia de los miembros del cuerpo
diplomático. Gracias a todos por venir; es un honor para mí tenerlos en esta
ocasión. Quiero agradecer al senador George Allen del Commonwealth of Virginia.
Igualmente al congresista Dan Burton; Sr. Presidente. Y, por supuesto, a dos
magníficos miembros del Congreso de los Estados Unidos, personas que tienen
mucho que ofrecer, muchos buenos consejos que brindar: Ileana Ros-Lehtinen y
Lincoln Díaz-Balart. Gracias a todos por venir.
La Independencia de Cuba alcanzada hace hoy un siglo
fue inspirada por grandes personajes, tales como Félix Varela. Fue el resultado
de la determinación y el talento de grandes estadistas, tales como José Martí,
y de grandes soldados, como Antonio Maceo y Máximo Gómez. Por encima de todo,
la Independencia de Cuba fue el producto de la gran valentía y sacrificio del
pueblo cubano.
Actualmente y cada día por los últimos 43 años,
ese legado de valentía ha sido ultrajado por un tirano que utiliza métodos
brutales para hacer cumplir una visión quebrada. Aquel legado ha sido ultrajado
por una reliquia de otra era que ha convertido una bella isla en una prisión.
En una carrera de opresión, el Sr. Castro ha importado misiles balísticos
nucleares y ha exportado sus fuerzas militares para fomentar las guerras civiles
en el extranjero.
Es un dictador que encarcela, tortura y exilia a sus
opositores políticos. Lo sabemos. El pueblo cubano lo sabe. Y el mundo lo sabe.
A fin de cuentas, apenas hace un mes, en la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, una resolución propuesta por los países de América Latina
hizo un llamado a que el gobierno de Cuba finalmente -finalmente- comenzara a
respetar los derechos humanos de su pueblo.
En medio de todo su dolor y privaciones, la aspiración
a la libertad del pueblo cubano no disminuye. Vemos esto hoy en La Habana, donde
más de 11,000 valientes ciudadanos han pedido a su gobierno un referéndum
sobre las libertades básicas. Si se permite el referéndum, puede ser un preludio, un
inicio de cambios verdaderos en Cuba.
Estados Unidos no tiene ningún designio sobre la
soberanía cubana. No es parte de nuestra estrategia ni parte de nuestra visión.
Pero ciertamente, Estados
Unidos ha sido un sólido y constante partidario de la libertad para el pueblo
cubano. Y es importante que aquéllos que aman la libertad en esa bella isla
sepan que nuestro respaldo nunca les faltará.
Hoy estoy anunciando una Iniciativa para una Cuba
Nueva que ofrece al gobierno de Cuba una ruta hacia la democracia y la
esperanza, y mejores relaciones con Estados Unidos.
Cuba tiene programado celebrar elecciones para su
Asamblea Nacional en 2003. Permítanme leer el Artículo 71 de la Constitución
Cubana. Dice así: ''La Asamblea Nacional se compone de diputados elegidos por
el voto libre, directo y secreto de los electores''. Eso es lo que dice la
constitución. Sin embargo, desde 1959, ninguna elección en Cuba se ha acercado
a satisfacer esos estándares. En la mayoría de las elecciones, ha habido un
solo candidato, el candidato de Castro.
Todas las elecciones en la Cuba de Castro han sido un
fraude. Las voces del pueblo cubano han sido reprimidas y sus votos han
carecido de peso. Esa es la realidad. En las elecciones para la Asamblea
Nacional de 2003 en Cuba, Cuba tiene una oportunidad de ofrecer a los votantes
cubanos la esencia de la democracia, no sus procedimientos vacíos y carentes de
fondo de siempre.
Los partidos de oposición deben tener la libertad
de organizarse, congregarse y expresarse con acceso equitativo a los medios de difusión. Se
debe liberar a todos los prisioneros políticos y permitir que participen en el
proceso electoral. Las organizaciones de derechos humanos deben tener la libertad de visitar Cuba para garantizar que se
creen las condiciones necesarias para unas elecciones libres. Y las
elecciones del 2003 deben ser supervisadas por observadores objetivos y externos. Estos son los
pasos mínimos necesarios para garantizar que los comicios del próximo año
sean una verdadera expresión de la voluntad del pueblo cubano.
También reto al gobierno de Cuba a que afloje su
dominio, que acabe con su
control de la actividad económica privada. Las libertades políticas y económicas
van de la mano, y si Cuba crea apertura en su sistema político, se harán aun más
visibles los problemas fundamentales de su atrasado sistema económico.
Si el gobierno cubano realmente quiere promover la
causa de los trabajadores, de los trabajadores cubanos, sin duda permitirá que
los sindicatos existan fuera del control del gobierno. Si Cuba desea crear
puestos de trabajo mejor remunerados, los empleadores privados podrán negociar con los
trabajadores de su elección y pagarles sin que el gobierno les diga a quiénes
pueden contratar y a quiénes deben despedir.
Si Cuba desea atraer la muy necesitada inversión
extranjera, deben
respetarse los derechos a la propiedad. Si el gobierno quiere mejorar la
vida cotidiana de su gente, los bienes y servicios producidos en Cuba deben
ponerse a la disposición de todos los ciudadanos cubanos. Los
trabajadores empleados por compañías extranjeras deben ser remunerados
directamente por sus empleadores, en vez de permitir que el gobierno incaute sus
sueldos en moneda dura y les pase una cantidad mísera en pesos. Y finalmente se
deben quitar los letreros en los hoteles que dicen ``Solamente turistas''.
Sin pasos
importantes por parte de Cuba para abrir su sistema político y su sistema económico,
el intercambio comercial con la isla no ayudará al pueblo cubano. Es importante
que los estadounidenses entiendan que sin reformas políticas, sin reformas económicas,
el intercambio comercial con Cuba simplemente enriquecerá a Castro y a su
camarilla.
Las ideas
bien intencionadas sobre el comercio simplemente apuntalarán a este dictador,
enriquecerán a su camarilla y fortalecerán el régimen totalitario. Así no
ayudarán al pueblo cubano. Con reformas políticas y económicas verdaderas, el
comercio puede beneficiar al pueblo cubano y permitir que participe en los
avances de nuestra era.
Si el gobierno cubano da todos los pasos necesarios
para garantizar que las elecciones del 2003 sean certificadamente libres y
limpias -certificadamente libres y limpias- y si Cuba también comienza a adoptar reformas
significativas basadas en el mercado, entonces, y solamente entonces, colaboraré
con el Congreso de los Estados Unidos para relajar la prohibición del comercio
y los viajes entre nuestros dos países.
A una reforma significativa por parte de Cuba seguirá
una respuesta significativa de Estados Unidos. La meta de Estados Unidos no es mantener un embargo
permanente sobre la economía cubana. La meta es la libertad del pueblo cubano.
Nuestra iniciativa de hoy invita al gobierno cubano
a confiar en sus ciudadanos y respetarlos. Insto a otras democracias en este
hemisferio y más allá a hacer uso de su influencia sobre el gobierno de Cuba
para que éste permita elecciones libres para la Asamblea Nacional y promover
reformas verdaderas, significativas y verificables.
La normalización total de las relaciones con Cuba
-el reconocimiento diplomático, el libre comercio y un programa vigoroso de
ayuda- sólo será posible cuando Cuba tenga un nuevo gobierno que sea
plenamente democrático, cuando se respeten las leyes y cuando los derechos
humanos de todos los cubanos estén plenamente protegidos.
Sin embargo, bajo la Iniciativa para una Cuba Nueva, Estados Unidos
reconoce que, a veces, la libertad crece paso a paso y exhortaremos a Cuba a dar
dichos pasos. La historia en la actualidad favorece la libertad. Nuestro
plan consiste en acelerar el avance de la libertad en Cuba de todas las maneras
posibles, así como Estados Unidos
y nuestros amigos y aliados democráticos lo hicieron exitosamente en lugares
tales como Polonia o Sudáfrica. Aun al procurar acabar con la tiranía, nos
esforzaremos por mejorar las vidas de las personas que viven bajo el dominio de
Castro y le oponen resistencia.
Hoy quiero anunciar una serie de medidas que
beneficiarán directamente al pueblo cubano y le darán mayor control de su
destino económico y político. Mi gobierno suavizará las restricciones sobre la ayuda humanitaria por
parte de organizaciones estadounidenses religiosas legítimas y otras no
gubernamentales que sirven directamente a las necesidades del pueblo cubano y
que ayudarán a forjar la sociedad civil cubana. Estados Unidos proporcionará a
dichos grupos ayuda directa que pueda utilizarse en actividades humanitarias y
empresariales.
Nuestro gobierno ofrecerá becas en Estados Unidos para estudiantes y
profesionales cubanos que tratan de forjar instituciones civiles independientes
en Cuba, y becas para los familiares de los prisioneros políticos.
Estamos dispuestos a negociar el servicio postal directo entre Estados Unidos y
Cuba.
Mi gobierno también continuará buscando maneras de
modernizar a Radio y TV
Martí, porque aun los muros de opresión más sólidos no pueden quedar
en pie cuando se abren las compuertas de la información y el conocimiento. Y en
los meses venideros, mi gobierno continuará trabajando con los líderes por
todo nuestro país, líderes que aman la libertad para Cuba, para implementar
nuevas formas de dar poder a las personas en la isla con vistas a alcanzar
mayores oportunidades de alcanzar la libertad.
Estados
Unidos continuará haciendo cumplir las sanciones económicas sobre Cuba y la
prohibición de viajes a la isla hasta que el gobierno de Cuba demuestre que está
comprometido a realizar reformas reales. Continuaremos prohibiendo la financiación
estadounidense de compras cubanas de bienes agrícolas norteamericanos porque
esto sería simplemente un programa disfrazado de ayuda exterior, lo cual
beneficiaría al régimen actual.
La iniciativa de hoy ofrece al gobierno de Cuba un
sendero distinto que lleva a un futuro distinto, un futuro de mayor democracia,
prosperidad y respeto. Con reformas reales en Cuba, nuestros países pueden
comenzar a desmantelar cuatro décadas de desconfianza y división. Y la decisión
recae en el señor Castro.
Hoy, sólo existe una nación en nuestro hemisferio
que no es una democracia. Sólo una. Existe solamente un líder nacional cuyo
poderío se debe más a las balas que a las boletas. Fidel Castro tiene ahora la
oportunidad de escapar de este solitario y estancado aislamiento. Si acepta
nuestra oferta, puede obtener ayuda para su pueblo y esperanza en nuestras
relaciones. Si el señor Castro rehúsa nuestra oferta, estará protegiendo a su
camarilla a costa de su pueblo. Y eventualmente, a pesar de todas sus
herramientas de opresión, Fidel Castro deberá rendirle cuentas a su pueblo.
José Martí dijo: “Trincheras de ideas son más
fuertes que trincheras de piedra". Para beneficio del pueblo de Cuba,
ya es hora de que el Sr. Castro eche a un lado sus ideas antiguas y fracasadas y
comience a pensar de otra manera sobre el futuro. Esta fecha podría señalar un
nuevo amanecer en una larga amistad entre nuestros pueblos, pero sólo si el régimen
de Castro ve la luz.
Hace un siglo se logró la independencia de Cuba.
Fue luego secuestrada hace casi medio siglo. Sin embargo, el espíritu
independiente del pueblo cubano nunca ha flaqueado. Y nunca ha sido más fuerte
que en la actualidad. Estados Unidos se enorgullece de ponerse del lado de todos
los cubanos y de todos los cubanoamericanos que aman la libertad. Y
continuaremos de su lado hasta que la libertad vuelva a la tierra que tanto
aman.
Viva Cuba Libre. 20 de Mayo de 2002
NOTA: Los destacados son nuestros,
Andalucía Libre. Recomendamos el ejercicio
de contrastarlos y confrontarlos con la trayectoria de George W. Bush; el
funcionamiento del sistema politico yanqui y en general de los paises
capitalistas; la historia de las relaciones de EEUU con Cuba y América Latina;
y especialmente, valorar su sintonia con las acciones y reivindicaciones de
la oposición gusana en el interior de Cuba y su complementariedad con la posición
mayoritaria de la radicada en Miami,
que considera, de momento, obsoletas anteriores estrategias,que
ahora no le parecen convenientes ni presentables
Seguimos
con Cuba,
lo decimos claramente. El debate abierto a partir de los últimos
acontecimientos en la Isla obliga a definiciones claras. No somos neutrales ni
equidistantes: seguimos con la Revolución cubana.
A
pesar de los errores, torpezas, degeneraciones; a pesar del burocratismo, las
unanimidades inducidas, de los privilegios de algunos, de las desigualdades; a
pesar del paternalismo carismático omnipresente de Fidel; a pesar de la parte
vergonzosa de la historia de sus posiciones internacionales; a pesar de las
dudas sobre la continuidad de la Revolución cuando muera Fidel... A pesar de
todo esto, mantenemos la convicción de que la Revolución sigue siendo hoy la
mejor opción practica para la vida de la inmensa mayoría del pueblo
cubano y para la dignidad e independencia de la nación cubana y que su
persistencia en un valor positivo para Latinoamérica en particular y el mundo
en general. Sabiendo que Cuba es un país latinoamericano pequeño y pobre y que
no es un paraíso, no podemos olvidarnos de sus meritos y de sus esfuerzos, de
sus múltiples ejemplos (incluso también de los de Fidel). Sabemos que los
errores, carencias y frustraciones cubanas son ininteligibles sin la actuación
contrarrevolucionaria permanente del imperialismo yanqui desde el mismo inicio
de su proceso. El rigor y la perspectiva, a la hora del balance, impiden ver y valorar
éxitos y fracasos cubanos sin a la vez tener radicalmente presentes las
influencias y consecuencias de los fracasos ajenos, sean continentales o
mundiales. Sin autolimitaciones previas, la critica, sin embargo, por dura que
sea, ha de partir de reconocer las dificultades y complejidades del empeño
iniciado en 1959; criticando siempre con la precaución de hacerlo, intentando
ponerse seria y honestamente en el lugar de los criticados.
La
ejecución de tres secuestradores y la condena a prisión de unas decenas de
gusanos no
es precisamente el peor momento ni el episodio más oscuro de la historia del Régimen
revolucionario. A partir de esta constatación, no escurrimos el bulto para
pronunciarnos al respecto.
La
ejecución de los tres secuestradores nos parece un error. No mataron a nadie
(quizá porque no se les dejó) y por tanto, por mucho que sea legal, su ejecución
aparece como un castigo desproporcionado fuera de Cuba y muy posiblemente
tambien en sectores significativos dentro de Cuba. Aún reconociendo la
influencia del contexto de ofensiva y amenazas imperialistas y aún siendo
conscientes de las graves y concretas implicaciones que tienen los secuestros de
aviones y barcos en Cuba para dirigirse a EEUU, el coste de una valoración errónea
como la realizada supera con mucho, hasta posiblemente anular, incluso sus
pretendidas ventajas como acción ejemplarizante. La severidad desaparece
cuando puede confundirse con arbitrariedad. El mensaje de resolución y
contundencia que se ha querido transmitir podía haberse perfectamente
conseguido con una condena de años a trabajos forzados. Otra cosa sería, si
hubieran matado, pero entonces, incluso así y salvo circunstancias agravatorias
especiales, lo suyo hubiera sido conmutársela, endilgándoles 30 años de
similar modo, en unas condiciones de cumplimiento que aún preservando sus
derechos inherentes (por ellos y por su efecto educativo social) fueran
suficientemente disuasorias frente a futuros imitadores. En general, la
pena de muerte sólo ha de aplicarse en circunstancias muy singulares, propias
de un estado de excepción (lo que no ocurre ahora mismo en Cuba), cuando su
irreversibilidad y radicalidad aparecen justificadas por su mismo contexto. Si
es verdad que hay muertes necesarias (y el que lo niegue es tonto o hipocrita)
estas tres muertes no lo han sido y cada muerte innecesaria es un cargo muy
grave. Ahora bien, incluso tres muertes no pueden sobreponerse como elemento de
juicio terminal a las millones de vidas en dignidad que protege aún la Revolución
cubana.
A
la
hora de referirse a los juicios a los gusanos del interior, conviene tener
claras algunas cuestiones. Primero, estos sujetos y grupitos
son indisociables de la actuación y presión del imperialismo yanqui, que es
quien los sostiene y ampara. Son objetiva y subjetivamente traidores a su país,
como ha quedado nuevamente evidenciado. Segundo, a la manera de
la hidra, aunque sean multiformes y se presenten con variopintas
adscripciones ideológicas (que si socialdemócratas, que si socialcristianos,
que si tal o que si cual) comparten exactamente el mismo programa político: la
restauración del capitalismo y la reinstauración de la dependencia cubana
frente a Washington (1). Tercero, no cabe disociarlos -como
algunos interesadamente intentan- de la oposición gusana tradicional de Miami,
presentándolos como una presunta oposición razonable en contraposición
a la batistiana, violenta, ultra, revanchista y desprestigiada del exilio.
Conviene escucharlos tanto a unos (2) como a otros (3) para
así constatar que lo que hay actualmente entre las alas del interior y de
la Florida, es un simple reparto de funciones táctico que intenta superar la
parálisis política y aislamiento social de la gusanera. Que mayoritaria que no
unanimemente, los de dentro se pronuncien por el levantamiento del bloqueo
yanqui o que hagan ostentación de la reconciliación nacional como
consigna son simplemente precondiciones necesarias que cumplen para poder
hacer alguna agitación, utilizar los problemas de la vida cotidiana en Cuba y
ganar algún apoyo. A fin de cuentas, lo que hacen es aplicar la receta que ya
gráficamente en su día resumió un tipo como Carlos Andrés Pérez,
cuando al explicar porque estaba por el levantamiento del embargo, argumentó: "A
la Revolución Cubana hay que matarla de amor", es decir, quitándole
el argumento del bloqueo y el temor a la revancha y el despojo y facilitando la penetración
exterior. Cuarto, estos grupitos hay que verlos en su
doble naturaleza. De una parte son una cabeza de puente del imperialismo;
expresión también de las influencias inevitables que produce la existencia a
90 millas de Cuba del centro imperialista; de otra intentan convertirse en canal
de expresión y organización en clave reaccionaria de las contradicciones y
frustraciones sociales que surgen naturalmente de la realidad cubana en las
condiciones en que ha de desenvolverse, intentando aprovecharse también de los
errores, carencias e inconsecuencias practicas del Régimen cubano. De ahí que
no tengan escrúpulo alguno en sumar demagógicamente demandas evidentemente
contradictorias (4).
Estos
grupos han sido tolerados durante años; realizando sus actividades
publicas abiertamente. Las razones inmediatas para que precisamente en este
momento se haya procedido a su detención, juicio y condena, se nos escapan
y suponemos que responden a datos y análisis con los que trabaja el Régimen
cubano. Sin entrar en esas razones de oportunidad, sí procede afirmar que
resulta completamente legitimo considerar, en las condiciones cubanas, la
connivencia y colaboración con el enemigo extranjero, condición suficiente
para proceder sobre estos sujetos. No merecen ningún apoyo, simpatía o
solidaridad.
Ciertamente,
hay que reconocer -sin ahondar ahora en ello- que las mayores restricciones o
defensas preventivas responden en Cuba -en contraste a lo que ocurre con otros
estados- a su mayor debilidad comparativa de partida frente a sus muy potentes
enemigos. En todo caso, el tratamiento que merecen depende de las circunstancias
e intereses del Régimen, o dicho simplificado de otra manera, hay que
aplicarles dinámicamente -en las condiciones concretas de allí- similar escala
de situaciones con la que los suyos nos tratan y amenazan aquí a nosotros.
Aún
así y precisamente por esto, el régimen cubano debería tomarse en serio la
polémica con las posiciones y argumentos de la gusanera interior. Esto a su vez
conduce a la necesidad, evidente por otras muchas razones, de afrontar,
organizar y estructurar el debate y la contraposición plural de posiciones y
propuestas políticas dentro de la Revolución, superando el verticalismo,
reconociendo la diversidad, abriendo paso a la ubicación, reconocimiento y
valoración de errores, sin esperar ni depender de lo que en cada momento tenga
a bien decir Fidel. No se entiende porqué no puede haber más candidatos a
votar y escoger que plazas de diputados; ¿porque no pueden presentarse
planteando sus opiniones y propuestas especificas sobre la situación económica
y social inmediata y nacional, entrando en debate abierto y publico sobre ellas,
recuperando y potenciando lo que era natural en los primeros años de la
Revolución?. A la Revolución cubana le convendría superar la falsa dicotomía
entre monopartidismo frente a pluripartidismo, situándola
donde realmente está: entre unanimismo/despolitización y pluralismo/participación.
Granma no debería tener miedo, en reproducir, por ejemplo, la Propuesta
de 36 Puntos de la gusanera y abrir un debate abierto y
participativo para desenmascarar sus falsedades, incoherencias y
reales objetivos políticos y sociales, sin eludir los aspectos más espinosos,
al contrario.
Y es que seguir con Cuba, implica, desde nuestro punto de vista, querer que siga viva, sin acartonamientos, porque eso es condición necesaria para que se mantenga fuerte y resistente. Sin pretender ser modelo pero sí patrimonio fraterno de quienes pugnan, también en otras partes, por otro mundo.