El
mundo en sus manos: La crisis mundial
LOS
TERRORISTAS HUYEN
TRANSFERIDO
POR: Argos Is-Miami
Por:
Saúl Landau
Counterpunch
- Fecha publicación: 12/02/2003
Algunos
terroristas huyen de Bush, otros hacia sus brazos acogedores. El autor desnuda
la política latinoamericana.
ADOLFO
FROMETA, COMANDANTE EN JEFE DEL COMANDO F-4, GRUPO TERRORISTA QUE OPERA
DESDE MIAMI. |
Si
usted hubiera escogido el terrorismo como la vocación de su vida, o incluso
como un medio para lograr un fin político, las palabras del Presidente Bush en
su Mensaje sobre el estado de la nación, lo habría llevado a un estado de
terrible melancolía. 'Hemos llevado a los terroristas a la huída,' alardeó,
'los hemos hecho huir. Uno tras otro los terroristas están conociendo el
significado de la justicia de EE.UU.' Se refirió a '3.000 terroristas
arrestados en numerosos países.' Aludió a otros terroristas matados por las
fuerzas del bien.
'Dios
mío,' diría el terrorista cubano anticastrista, 'Bush parece hablar en serio
sobre el castigo de terroristas o de cualquiera que siquiera albergue a un
terrorista. Se acabó mi vida profesional. ¿De qué voy a vivir y, si Dios
quiere, derrocar a Fidel Castro por la fuerza y la violencia? Durante cuarenta años
he complotado en seguridad con mis compañeros conspiradores en Estados Unidos,'
se queja, 'y ahora Bush, a quien ayudé para que resultara elegido intimidando a
los contadores de votos en Dade County, Florida y votando temprano y
repetidamente ¿nos recompensa lanzando esas terribles amenazas contra los
terroristas? ¡Malditos sean él y esos árabes maniáticos de Al-Qaeda! Al
estrellar esos aviones contra las torres gemelas y el Pentágono, arruinaron la
reputación del terrorismo.' No te apures tanto, me dije. El Presidente Bush
vilipendió a los terroristas que cometieron los hechos del 11-S. Incluso los
llamó 'cobardes', lo que no llego a comprender enteramente. Pero matizó las
cosas silenciosamente: los terroristas que quieren matar a Castro, bombardear
objetivos cubanos, secuestrar aviones o barcos cubanos o cometer cualquier otro
acto de violencia contra Cuba siguen teniendo la luz verde de la Casa Blanca.
Por
cierto, él, su hermano Jeb, el Gobernador de Florida, y su Fiscal General, John
Ashcroft, se han esforzado no sólo por albergar, sino que efectivamente mimar a
los terroristas. El 20 de mayo de 2002, Bush invitó específicamente a varios
famosos (¿tristemente famosos?) terroristas para que escucharan su discurso en
Miami.
Orlando
Bosch recibió primero una invitación a sentarse en la tribuna. Más tarde,
cuando uno de sus consejeros descubrió que Bosch se había calificado para la
etiqueta otorgada por el FBI del terrorista más peligroso del Hemisferio
Occidental, modificaron la disposición de los asientos y Bosch fue desinvitado
de la tribuna y trasferido al público. Bosch se vanaglorió, en una entrevista
con el Miami New Times (véase el 4 de octubre de 2001, para mayor referencia)
de haber ayudado a hacer explotar un avión comercial cubano sobre Barbados en
octubre de 1976. La policía lo capturó después de que disparó una bazuca
contra un barco polaco en el puerto de Miami en 1967. Este ex pediatra se ha
preocupado poco por la salud de los niños, pero encontró su vocación en la
violencia y pasó gran parte de su vida adulta después del triunfo de la
Revolución Cubana en enero de 1959 practicándola. Hay observadores que
subrayaron el apego de la familia Bush hacia los cubanos violentos cuando el
Presidente George Bush I (41), con ayuda de Otto Reich, en aquel entonces su
embajador en Venezuela, dejó de lado el firme consejo del FBI y del INS y
admitió a Orlando Bosch a Estados Unidos.
De
la misma manera, justo antes del 11-S, Bush (43) también dejó de lado sólidas
opiniones del FBI y del INS y ordenó la liberación de la detención para
deportación del INS de Virgilio Paz y de José Dionisio Suárez. Ambos
individuos habían recibido sentencias de doce años por confesar que habían
conspirado con funcionarios de la Policía Secreta de Chile para asesinar a
Orlando Letelier y a Ronni Moffitt con una autobomba en septiembre de 1976 en
Washington DC.
Sin
embargo, una fotografía mostró a un terrorista menos importante compartiendo
realmente la tribuna con el Presidente Bush. Según un antiguo funcionario
federal del mantenimiento del orden, el Presidente debe haber instruido al
Servicio Secreto para que encontrara un asiento para 'ese buen muchacho'.
Se
refería a Sixto Reinaldo Aquit Manrique (alias el Chino Aquit). Aparentemente
el Servicio Secreto ubicó a Aquit, arrestado en Florida en 1994, unas pocas
filas detrás de donde hablaba el Presidente.
Después
de su discurso, Bush asistió a una cena del Partido Republicano de Florida, a
25.000 dólares por pareja, para ayudar a financiar la campaña por la reelección
de su hermano menor, el gobernador de Florida Jeb Bush, que se presenta para ser
reelegido. Algunos de los grandes donantes, miembros del consejo directivo de la
Fundación Nacional Cubano-Americana, también han financiado a terroristas como
Bosch y su antiguo compañero en el atentado terrorista contra el avión, Luis
Posada Carriles. Es lo que Carriles le dijo a Anne Bardach en el New York Times
del 12- 13 de julio de 1998.
Nos
hemos acostumbrado a la guerra contra el terrorismo como un hecho de la vida
diaria, nos hemos habituado a los procedimientos de seguridad después del 11-S,
a las largas esperas en los aeropuertos, a los cacheos algo embarazosos e
incluso a la rutina de sacarnos los zapatos y a que nos revisen los maletines.
Algunos de nosotros incluso luchamos contra los bostezos cuando el Ministro de
Justicia Ashcroft o el Zar de la Seguridad de la Patria, Tom Ridge, advierten
sobre el próximo ataque terrorista inminente y nos alientan a unirnos al TIPS,
una asociación nacional de informantes que espía a los vecinos y a cualquiera
que pueda aparecer sospechoso.
¿Por
qué, entonces, no aplica el Servicio Secreto las mismas reglas a todo el mundo?
La respuesta, según un antiguo Agente Especial del FBI, es que el Presidente le
dijo al Servicio Secreto que hay antiguos terroristas buenos, especialmente
aquellos que respaldaron fuertemente a su hermano joven Jeb para la reelección
como gobernador de Florida, y los malos.
'No
hay forma de que el Servicio Secreto no haya sabido que ese individuo había
sido detenido por una acusación de terrorismo', dijo el antiguo funcionario
federal de la policía. Por cierto, el Miami Herald (4 de noviembre de 1994), el
2 de noviembre de 1994, informó que la brigada antiterrorista del FBI agarró a
Aquit después de que éste y dos compañeros 'llegaron a un almacén de
Southwest Dade... armados con 10 galones de gasolina, mechas, y una pistola
semiautomática cargada.' El artículo citó a la policía declarando: 'los
hombres destrozaron una ventana y trataron de entrar antes de que llegaran los
funcionarios.' La reportera del Miami Herald Gail Epstein citó al Agente
Especial del FBI Paul Miller de la Brigada contra el Terrorismo del FBI que dijo
que 'había suficiente combustible para destruir varios almacenes.' El almacén
contenía suministros para los Pastores por la Paz que iban a embarcarlos a
Cuba.
En
1993, según las autoridades cubanas, Aquit disparó una ametralladora de
calibre 50 contra un barco tanque chipriota en aguas cubanas frente a la
provincia de Matanzas. El UN Rapporteur citó el acontecimiento en su informe
anual de 1994 sobre los derechos humanos en Cuba.
Aquit
señala orgullosamente que es miembro del Ejército Armado Secreto contra
Castro. Fue juzgado, condenado y sentenciado a cinco años por un tribunal de
Florida. Pero, según la reportera de El Nuevo Herald, Cynthia Corzo, la oficina
estatal del fiscal público dejó escapar a Aquit y a sus co-conspiradores con
dos años de arresto domiciliario (permitiéndoles que fueran a trabajar, a la
iglesia o de compras), seguidos por dos años de libertad condicional y 150
horas de servicio comunitario.
Lo
que es más importante, las acciones terroristas de Aquit llegaron a un nivel
casi épico para los anticastristas violentos cuando el Presidente hizo, según
parece, una excepción especial y contradijo sus propias reglas en la guerra
contra el terrorismo. ¿O puede ser que Bush haya omitido un párrafo en sus
discursos especificando que la acusación de 'terrorismo' se aplica sólo a los
que tienen un Abu o un Bin en sus nombres? Los que han observado el curso de la
'guerra contra el terrorismo' de Bush apreciarán el matiz de que ha orientado
su agresión hacia gente islámica violenta, no a los cubanos anticastristas
violentos cuyo celo patriótico los lleva a utilizar explosivos contra objetivos
ubicados en Estados Unidos. Al invitar a Bosch y al colocar a Aquit en la
tribuna junto a él, Bush reconoció su deuda con ciertos cubanos de Miami. ¿Qué
importa una larga historia de terrorismo comparada con la lealtad a la familia
Bush? La familia Bush recompensa a los que colaboran con sus campañas y les
ayuda a obtener asilo y prestigio si son criminales, o nombramientos a altos
niveles si sólo representan a criminales. Bush nombró a Otto Reich, nacido
cubano, Secretario Interino Adjunto de Estado para Asuntos Interamericanos,
después de que el Senado se negó a confirmarlo. También ha realizado varios
nombramientos a puestos en el Gabinete y en el Sub-Gabinete de prominentes
cubanos, como el Secretario de Comercio Mel Martínez. Incluso trasfirió al
omnipresente Reich a un puesto en el Consejo Nacional de Seguridad después de
que el Senado, controlado por los republicanos, le dijo que se deshiciera del
ultra reaccionario cuyas políticas apuntaban a dañar a Fidel Castro, no a
ayudar a Estados Unidos y contribuían a dar una mala reputación a la
administración en toda América Latina. En abril de 2002, varios periódicos
informaron que Reich había colaborado con los fracasados putschistas
venezolanos que trataron de secuestrar y luego reemplazar al Presidente elegido
Hugo Chávez.
En
su Estado de la Unión, Bush calificó a Saddam Hussein de amenaza inminente
porque estaba armando a terroristas. También pronunció palabras poco amables
hacia el régimen iraniano, parte de su Eje del Mal de triste fama. Me pregunté
si había olvidado que su propio padre había ayudado a enviar armas de
destrucción masiva a un gobierno islámico aún más radical en Irán durante
el caso Irán-Contra a mediados de los años 80. Me pregunté también si había
olvidado que varios de sus principales nombramientos habían incluido a hombres
que habían participado en el ilegal armamento del gobierno iraniano: John
Poindexter, jefe de TIPS (la operación ultrasecreta de delación), Elliot
Abrams, que ahora planifica políticas, John Negroponte, el embajador ante la
ONU y, por cierto, el omnipresente Reich.
Así
que, confíen en que Bush recompensa a sus viejos amigos, no importa cuál haya
sido su papel en la previa protección o armamento de terroristas, y también
cuenten con que dé a los terroristas anticastristas pases para que salgan de
prisión y oportunidades para que compartan su plataforma, siempre que no tengan
nombres que suenen a árabe.
Con
este tipo de apoyo presidencial no puede sorprender que ningún jurado en
Florida del sur condene ya a cubanos anticastristas. Por cierto, los jurados en
esa zona les otorgan grandes compensaciones en casos en los que otros jurados y
jueces se burlarían o simplemente los rechazarían. En un juicio por
incomparecencia, Fidel Castro no se presentó al juicio porque alegó que el
tribunal no tenía jurisdicción -a fines de enero, un jurado de Florida del sur
otorgó más de 40 millones en daños a José Basulto, fundador de Hermanos al
Rescate. En febrero de 1996, MIGs cubanos derribaron dos aviones conducidos por
pilotos de Hermanos. Basulto escapó. Como Bosch y Aquit, Basulto tiene un largo
historial de violencia. Le dijo a un tribunal de Florida hace sólo dos años,
que se había convertido al pacifismo, con la excepción de Cuba donde la
violencia era necesaria.
En
diciembre de 2002, un cubano secuestró un avión y lo piloteó sin problemas a
través del radar de Florida y aterrizó. Recibió una bienvenida de héroe y un
sospechoso abogado presentó una demanda solicitando que el avión, propiedad
del estado cubano, fuera subastado y que lo recaudado fuera entregado a su
cliente 'emocionalmente lesionado'. ¡Qué precedente para el secuestro de
aviones! ¡Qué lección para los potenciales terroristas! Los violentos
anticastristas, por duros de entendederas que sean, han notado los diferentes
estándares fijados por Bush para ellos y para los demás terroristas.
Le
conté a mi mujer que los guionistas de Los Sopranos, el exitoso programa de HBO
sobre la vida de un gángster mafioso, su familia, sus amigos y su mundo, debe
haber pasado algún tiempo en los tribunales de Florida del sur. En un episodio,
un tipo de la mafia informa a un miembro del jurado en el juicio del tío de
Tony Soprano que tiene una simpática familia y que espera que viva una vida
larga y próspera, lo que bastó para que el jurado votara no culpable en el
caso a toda prueba que había presentado el gobierno contra el tío de Tony.
¿Imita la vida a la televisión? Los Sopranos es
una farsa bien producida. El guión de la vida real no está tan bien escrito.